sábado


Con mi mamá, en la casa de mis abuelos maternos. Chichita no era psicolingüista, ni sabía desde el punto de vista de la lectoescritura de métodos sintéticos codificados (alfabético, fonico, silábico) o analíticos integrales o eclécticos, ni de fonemas, grafemas y morfemas... Pero el caso es que a mis dos años, sin ser docente ni ostentar título académico alguno, con su paciencia maternal y su voluntad de pedagoga intuitiva, ¡había logrado enseñarme a leer!