sábado



Aquí estoy con Andrés Edgardo Ortiz, y Juancito "Yaneke" Smekens, mis dos amigos de mi infancia escolar (porqque también estaban mis amigos de mi infancia barrial: priemro y ante todo, los hermanos Miguel y Enrique Montiel, y después el resto: los hermanos Patanía (los hijos del pescador), el gordo Daniel Sansevero, el Polo Esperón, Carlitos el de enfrente (que siempre la ligaba), Alberto Bercovich, el flaco Cmpolieti, "Pitín" Meatz, Minguito el hijo del dueño del bar de la esquina, Beto Alegre, el nieto del turco Salvador, dueño del almacén de la otra esquina, el Carloncho...
Esta foto fue premonitoria para Smekens: él esta mirando con una sonrisa al avión que sostengo en mi mano en un vuelo imaginario... Hoy en día, el Dr. Juan Luis Smekens es un importante funcionario de la Lockheed Martin...
Ir a la casa de Yaneke era para mí un descubrimiento constante. Sus padres eran belgas, y no había cosa que no me asombrara en esa inmensa propiedad ubicada en Jara y Alberti. el padre entre otras cosas, se dedicaba a la marroquinería, y ya entrar a hurtadillas al taller cuando estaba vacío, era toda una aventura. era una familia muy culta, y Smekens tenía varios hermanos dos mayores que él, y uno menor. Un día con un aparatito de plástico parecido a un largavistas, y donde se introducía un disco con pequeñas diapositivas, vi imágenes del Atomium, una construcción que recreaba la estructura del átomo, y que con el correr de los años conocí personalmente. (El Atomium fue construido para la Feria Mundial de Bruselas de 1958)
El Atomium de Bruselas

Otra sorpresa era la comida. Los Smekens comían cosas desconocidas para mí, y que ahora son moneda corriente. Eso sí, todo era casero, fruto de las habilidosas manos de la madre de Yaneke: en su casa conocí por vez primera el yogur, el pan negro, el queso crema tipo "Mendicrim", y un dulce que no sé de qué era (quizás de higo), y que era un manjar...